S.O.S.

Don't Panic.

viernes, 14 de diciembre de 2012

En vano.

Nos enseñan a permanecer an silencio, a no disgustar a los demás, a causar una buena intención. Si lloramos en público, somos unos blandengues. Nos vemos obligados a tragarnos las lágrimas una a una. Si nos exaltamos demasiado, nos tachan de agresivos. Si mostramos lo que sentimos, somos pasionales. Si hablamos, somos pesados. Si callamos, aburridos. 
Entonces, llega el día, el día en el que nos damos cuenta de que no somos nada. Estamos vacíos. Ni sentimos ni padecemos. Pura fachada. Y claro, "intentamos hacer todo lo posible para remediarlo".
Já, me parto.
¿Cuántas promesas en vano hemos hecho? ¿Cuántas veces nos hemos decidido a cambiar?
Muchas. Muchas veces.
Pero claro, al fin y al cabo, nos dejamos llevar. 
Despreciable.


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