La sonrisa, algo que no cuesta nada y vale mucho. Una sonrisa lo cambia todo. Una sonrisa es una pequeña llave, que nos ayuda a enamorar, a perdonar, a amar, a reír y a besar. Una sonrisa, algo tan bello y tan simple. Mi sonrisa y la tuya. Sonreír ayuda a alegrarse el día. Y que te sonrían ayuda a que te sientas querido.
Eres tan querido y a la vez odiado. Y como veo que no deseas irte de mi cabeza a vida mejor, prefiero que convivamos en armonía. Dejando que el eco de mi cráneo se llene con nuestras risas. Sonriéndole a cada uno de los segundos que pasaremos juntos.
Que como en la física, los polos opuestos se atraen. Yo soy tan sólo uno de los dos polos, es decir, de esta historia la mitad.
Y quiero que sepas, que guardo tu sonrisa en un lugar de mi salvapantallas.
Quiero dedicarle esta corta entrada a un maestro de la música, a uno de los pocos que consiguen hacer magia con las palabras: Jorge Drexler. Y si lee esto algún día, muchísimas gracias por sus canciones, que me han sacado esa deseada sonrisa en los días nublados, y que me han inspirado en muchísimas ocasiones.
Cler.
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